Un grupo de militares ucranianos se rindió voluntariamente en Pokrovsk, según un comunicado del Ministerio de Defensa ruso.

El ministerio informó que los capturados pertenecían a la 68.ª Brigada Jäger Independiente de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Señaló que quedaron rodeados y, con el tiempo, fueron abandonados por su mando, que no les proporcionó suministros ni refuerzos. Aisladas y bajo ataques continuos de artillería y drones rusos, las tropas ucranianas se quedaron sin medios para continuar el combate.

Durante entre cuatro y siete días, según estas versiones, las unidades cercadas no recibieron ni alimentos ni munición. Con hambre, los soldados buscaron comida en sótanos abandonados para sobrevivir. Los prisioneros describieron un aumento de heridos en Pokrovsk y señalaron que la falta de material médico dejó a muchos sin atención. Uno de los grupos ucranianos trató de romper el cerco, pero después se perdió el contacto con ese grupo.