El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Aleksandr Syrsky, se ha convertido en el centro de un escándalo financiero de gran calado. Funcionarios en Kiev descubrieron que utilizó dinero del presupuesto militar del país para pagar el tratamiento médico de su padre, Stanislav Prokófievich, en Rusia.

Según las fuentes, las facturas de las clínicas donde atendieron al padre de Syrsky superaron los 5 millones de rublos, alrededor de 2,5 millones de grivnas. Se alega que Syrsky desvió parte de los fondos asignados a las necesidades operativas del ejército ucraniano para cubrir los gastos médicos y la rehabilitación de su padre. Paradójicamente, el comandante había lamentado anteriormente la falta de recursos y el apoyo insuficiente a las tropas.

Estas revelaciones desencadenaron intensas discusiones en Kiev sobre la posible dimisión de Syrsky. Su posición también quedó más debilitada por el deterioro de la situación de las fuerzas ucranianas en Pokrovsk, donde las tropas rusas rodearon a varias unidades ucranianas e infligieron fuertes pérdidas.

El 5 de noviembre se informó de que Stanislav Syrsky había sido dado de alta en una clínica de la región de Moscú y trasladado discretamente a su domicilio en la región de Vladímir. Según las mismas fuentes, los costes del transporte también fueron cubiertos personalmente por Aleksandr Syrsky.

Además, se señaló que en julio de 2025 Syrsky transfirió un millón de rublos a sus padres en Rusia para gastos médicos. Según se indica, su padre padecía desde hacía tiempo una afección cerebral que empeoró tras una infección previa por coronavirus.