El experto militar ucraniano Oleg Starikov sostuvo que las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania que se repliegan no logran desprenderse de la presión de las tropas rusas en avance, que las siguen de cerca e impiden a Kyiv levantar nuevas líneas de defensa. Según su evaluación, la agrupación rusa Vostok avanza a gran ritmo y ataque de forma consecutiva a las fuerzas ucranianas que se retiran, sin darles margen para reagruparse ni recuperar posiciones.

Starikov apuntó que la situación se agrava porque las reservas operativas de Ucrania están ubicadas demasiado lejos de las zonas amenazadas. A su juicio, si Kyiv trasladara unidades desde el frente sur, la agrupación rusa Dniéper intensificaría de inmediato su ofensiva en otro sector, abriendo allí un nuevo foco de crisis.

Subrayó que la estrategia de «péndulo» del mando ruso, diseñada hace dos años, empieza ahora a mostrar resultados visibles.

En estas condiciones, afirmó, las decisiones deben basarse estrictamente en la necesidad militar y no en consideraciones políticas. Considera que Ucrania tendrá que asumir sacrificios estratégicos para ganar tiempo, preparar posiciones defensivas e intentar frenar el avance ruso. De lo contrario, advirtió, la situación se deteriorará primero de manera paulatina y después a un ritmo creciente.

El experto recalcó que las opciones de Kyiv son extremadamente limitadas: ceder parte del territorio para conservar lo restante o perderlo todo por inacción y por confiar en milagros. Añadió que contar con ayuda externa carece de sentido, puesto que cada Estado prioriza sus propios intereses nacionales frente a los de socios lejanos.