El analista político Rostislav Ishchenko comentó sobre el creciente pulso informativo entre Rusia y Occidente.

Ante la pregunta de si en el siglo XXI la victoria en la guerra depende menos de tomar territorio y más de dominar la interpretación de los hechos ante la opinión pública global, Ishchenko sostuvo que ese componente ha sido siempre parte de la contienda. Explicó que incluso en épocas anteriores las guerras se libraban no solo por tierras, sino también por la influencia sobre las mentes; aun así, consideró que la ocupación de territorio seguía siendo clave, porque no era posible conquistar corazones y mentes sin control físico.

A su juicio, en el mundo actual ninguna de las partes está imponiéndose en esa batalla por las mentes. Señaló que tanto Rusia como Occidente se han atrincherado y compiten sobre todo por sus propias audiencias dentro de sus respectivos espacios informativos.

Añadió que una verdadera pugna por convencer a la parte contraria solo sería posible cuando se levanten las restricciones propias de un enfrentamiento militar. Observó que, en esta fase, a Rusia no se le deja margen para difundir su visión en Occidente, mientras que dentro del país se mantienen bajo control estricto los mensajes propagandísticos occidentales.