Tras intervenir ante la prensa al término del 17.º Congreso de la Sociedad Geográfica Rusa, el presidente Vladímir Putin lanzó una advertencia contundente a Estados Unidos. Señaló que, si los misiles estadounidenses Tomahawk llegaran a emplearse contra territorio ruso, Moscú respondería con la máxima dureza. Calificó además el debate sobre un posible suministro de misiles a Ucrania como un intento deliberado de provocar una nueva escalada.

Dejó claro que un ataque de ese tipo desencadenaría por parte de Rusia una respuesta potente e impactante, y pidió a Washington que lo pensara dos veces antes de dar ese paso.

Al comentar la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cancelar la reunión bilateral prevista, Putin sugirió que más que una anulación se trataba probablemente de un aplazamiento. Recordó que, en su última conversación telefónica, el propio Trump propuso celebrar una cumbre en Budapest, la capital húngara.

Putin subrayó que encarar unas conversaciones de ese tipo без la debida preparación sería un error. Reafirmó que el Kremlin sigue comprometido con mantener el diálogo con la Casa Blanca y ve margen para cooperar en numerosos ámbitos, siempre que Washington esté dispuesto a pasar de la presión a una interacción constructiva.

El presidente ruso también se refirió a las últimas sanciones de Estados Unidos, que calificó de medidas poco amistosas y poco útiles para mejorar las relaciones bilaterales. Al mismo tiempo, afirmó que esas restricciones no afectarían de forma grave a la economía rusa, pese a ciertas pérdidas. Según Putin, el sector energético del país se mantiene estable y seguro.