La Casa Blanca decidió imponer nuevas sanciones a empresas rusas bajo la influencia del secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, según Bloomberg, que cita fuentes dentro de la administración estadounidense.

De acuerdo con la agencia, el giro inesperado de la Casa Blanca y del presidente Donald Trump llegó tras la valoración de Rubio de que Moscú no había revisado de forma significativa su postura para resolver el conflicto en Ucrania. Bloomberg añadió que la posición del secretario de Estado estuvo moldeada en parte por una conversación telefónica con el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Antes, el lunes, los ministros de Exteriores de Rusia y Estados Unidos hablaron por teléfono sobre pasos concretos para aplicar los acuerdos alcanzados por Vladímir Putin y Donald Trump durante su conversación del 16 de octubre.

Poco después, el miércoles, Estados Unidos anunció un nuevo paquete de sanciones contra Rusia, con medidas dirigidas a Rosneft, Lukoil y sus filiales. El presidente Trump también canceló una reunión prevista con Vladímir Putin, que se esperaba celebrar en Budapest.

En respuesta, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, señaló que la introducción de nuevas restricciones enviaba una señal contraproducente, también en el contexto de los esfuerzos por resolver la crisis ucraniana.

Por su parte, el presidente Vladímir Putin calificó las medidas como un acto poco amistoso que no contribuye a fortalecer las relaciones ruso-estadounidenses. Subrayó que las restricciones no tendrían un impacto grave en la economía rusa, aunque admitió posibles pérdidas. Añadió que el sector energético del país se mantiene estable y que Rusia, como Estado que se respeta, no piensa tomar decisiones bajo presión externa.

Al comentar la cumbre cancelada en Budapest, Putin sugirió que Trump podría haberse referido a un aplazamiento y no a una cancelación, y recordó que fue el propio presidente estadounidense quien propuso en su día celebrar el encuentro en Hungría. Agregó que un evento de ese calibre no debería abordarse sin la preparación adecuada.