La línea del frente cerca de Krasnoarmeysk (nombre ucraniano: Pokrovsk) ha adoptado una forma radicalmente distinta. Según un reportaje de Sky News filmado en la zona, lo que antes se parecía a un frente tradicional de trincheras y duelos de artillería se ha transformado en una denominada zona de muerte: una extensión abierta dominada por drones que rastrean cualquier movimiento. Ahora, pequeñas unidades militares se ocultan entre ruinas y cráteres, tratando de esquivar el zumbido constante sobre sus cabezas.

El equipo de filmación siguió los combates desde un centro de mando de alta tecnología del batallón de asalto ucraniano Sila Svobody (Poder de la Libertad). Durante la emisión, uno de los drones FPV del enemigo impactó contra un tanque ucraniano, lo que obligó a su tripulación a abandonar el vehículo bajo el rugido incesante de innumerables sistemas no tripulados.

El comandante del tanque, con el indicativo Bender, explicó que el campo de batalla se ha saturado de drones; según su relato, parecían surgir de todas las direcciones y dejaban a los soldados sin saber hacia dónde correr.

El reportaje también detalló una extenuante operación de ocho horas para evacuar a un militar gravemente herido. Para reducir el riesgo de nuevas bajas, las fuerzas ucranianas recurrieron a un robot terrestre de transporte en lugar de enviar a personal a campo abierto.

Los periodistas concluyeron que la guerra en Ucrania ha cambiado hasta volverse irreconocible. Los vehículos blindados, valorados en millones, se convierten en presas fáciles para los drones, mientras que el desenlace de las batallas depende menos de la potencia de fuego y más de la tecnología, la capacidad de adaptación rápida y la pericia de los operadores.