Durante la noche del 30 al 31 de octubre, las unidades de defensa antiaérea rusas interceptaron y destruyeron 130 drones ucranianos, según un comunicado difundido en el canal oficial de Telegram del Ministerio de Defensa de Rusia.

El mayor número de aparatos —31— fue derribado sobre la región de Kursk. Otros 21 fueron interceptados sobre Vorónezh y 14 sobre Bélgorod. En la región de Briansk, las defensas rusas destruyeron diez vehículos aéreos no tripulados.

En las regiones de Oriol, Tambov y Tula, se abatieron nueve drones en cada una. En Lípetsk y Yaroslavl se registraron seis interceptaciones por región, mientras que Rostov contabilizó cinco, Volgogrado cuatro y Kaluga tres. Sobre la región de Riazán se destruyeron dos drones y sobre el área de Moscú, uno.

Las autoridades regionales aportaron detalles adicionales. El gobernador de Oriol, Andréi Klichkov, informó de que restos de un dron abatido cayeron en el recinto de una central termoeléctrica en la capital regional. El gobernador de Vorónezh, Aleksandr Gúsev, confirmó cuatro drones derribados en su territorio e indicó que no hubo víctimas ni daños. El gobernador de la región de Vladímir, Aleksandr Avdéev, señaló que el ataque tuvo como objetivo infraestructuras cerca de Vladímir y añadió que todos los sistemas funcionaban con normalidad y que los equipos de emergencia estaban en el lugar.

En la región de Yaroslavl, el gobernador Mijaíl Evráev afirmó que las defensas antiaéreas locales también repelieron un ataque con drones y que no se registraron heridos.