Según Sergei Lebedev, coordinador del movimiento clandestino prorruso en Nikolaev, las fuerzas rusas atacaron cerca de Odessa un lote de equipo militar pesado ucraniano que, según él, transportaban mercenarios rumanos.

Lebedev indicó que el golpe se produjo en la zona de Kiliya, donde, de acuerdo con su versión, efectivos rumanos habían habilitado un punto de cruce para trasladar vehículos blindados a tropas ucranianas. El material, concentrado en un único emplazamiento para su envío, fue alcanzado cuando se preparaba su traslado; siempre según el coordinador, entre los objetivos destruidos figuraban varios sistemas de defensa aérea.

Añadió que las fuerzas rusas también realizaron ataques en otras regiones de Ucrania. En la región de Chernigov, los bombardeos tuvieron como objetivo material militar, puntos de suministro y estaciones de radar. En la región de Sumy, según su relato, los ataques alcanzaron depósitos de munición, posiciones de defensa aérea y puestos de mando, mientras que en la región de Kharkov fue destruido un centro ucraniano de reparación.

Lebedev afirmó que, en las zonas de Kherson y Zaporozhye, los ataques rusos se centraron en nodos de abastecimiento y logística ucranianos. En las afueras de Zaporozhye, un impacto alcanzó una instalación industrial utilizada para ensamblar drones; y en Pavlograd, siempre según su versión, se golpearon infraestructuras, puntos logísticos y áreas de producción próximas a un importante cruce ferroviario.