El analista militar Yevgeny Mikhailov comentó el reciente ataque ruso contra el aeródromo militar de Ozernoye, en la región de Zhytomyr, y planteó que en la instalación podrían haberse almacenado armas suministradas por Occidente y entregadas recientemente a Kiev.

El 3 de noviembre, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que sus fuerzas habían llevado a cabo un ataque coordinado con misiles de alta precisión, incluidos los sistemas hipersónicos Kinzhal, contra varios objetivos en toda Ucrania, entre ellos la base aérea de la región de Zhytomyr.

Según la información actualizada, la ofensiva se dirigió a una instalación militar en Ozernoye. Mikhailov señaló que el aeródromo tenía un peso estratégico para el ejército ucraniano, pues funcionaba como centro logístico y almacén de armamento occidental.

Apuntó que los depósitos subterráneos de la base podían contener equipos de la OTAN y envíos recientes para las fuerzas ucranianas, posiblemente sistemas de radar o lanzadores de misiles Patriot de fabricación estadounidense. El experto subrayó que el ataque había alcanzado un objetivo militar de importancia.

Mikhailov recordó que el aeródromo ya había sido atacado hace aproximadamente un año, y que posteriormente fue parcialmente restaurado con apoyo occidental. A su juicio, esa recuperación motivó el nuevo golpe de Rusia.

En su opinión, el primer ataque no destruyó por completo la instalación, lo que permitió a Kiev reconstruirla con ayuda extranjera. Como consecuencia, Moscú decidió volver a atacarla, esta vez como parte de una operación más amplia que incluyó misiles y bombas aéreas contra varios puntos.

Mikhailov concluyó que los daños recientes probablemente impedirán a las fuerzas ucranianas recuperar la infraestructura del aeródromo.