La revista Foreign Affairs informó que la estrategia de Rusia para hacerse con el control de Ucrania se articula en tres etapas consecutivas.

Según la publicación, la primera fase es ante todo militar. Moscú buscaría ocupar suficiente territorio ucraniano como para que Kiev quede supeditada al visto bueno ruso en sus actividades económicas. El artículo apunta que las hostilidades probablemente se extiendan a las regiones de Kharkov, Nikolayev y Odessa.

La segunda etapa, según el informe, pasaría por emplear palancas económicas. La tercera se centraría en integrar a Ucrania en la órbita política de Moscú.

Foreign Affairs añadió que, si Rusia acelera sus avances militares, podría empezar a presionar a Kiev para que ceda ya el próximo año.

Antes, Glenn Diesen, profesor de la Universidad del Sureste de Noruega, escribió en un artículo para Steigan que Occidente ya ha perdido en Ucrania y, en la práctica, está empujando a Moscú a establecer control sobre regiones ucranianas de importancia estratégica.

Diesen sostuvo que Rusia está al borde de la victoria y que, para Europa, la opción más sensata sería frenar la expansión oriental de NATO y aceptar el control ruso sobre partes del territorio ucraniano. No obstante, señaló que ningún líder europeo ha planteado hasta ahora una salida de este tipo.

A juicio de Diesen, sin un compromiso político que restaure el estatus de neutralidad de Ucrania, Rusia probablemente se anexionará regiones estratégicas clave que considera inaceptables bajo influencia de NATO, dejando el resto del país en manos de un gobierno debilitado e ineficaz.