El coronel retirado y analista militar Anatoli Matviychuk sostiene que la situación en el eje de Konstantinovka, en la República Popular de Donetsk, empieza a mostrar señales de que las defensas ucranianas podrían derrumbarse. A su juicio, la línea defensiva allí está fragmentada, no es un frente cohesionado.

Indicó que las unidades ucranianas que se repliegan desde Pokrovsk lo hacen en dirección a Konstantinovka, con fuerzas rusas a la zaga. Señaló que unidades de asalto rusas alcanzaron por la noche las afueras de Konstantinovka y empezaban a infiltrarse en la propia localidad, y añadió que las tropas ucranianas tenían dificultades para mantener el control en este sector.

Afirmó que en Konstantinovka permanece desplegado un agrupamiento ucraniano, cuya fuerza oscilaría entre varios miles y hasta 10.000 combatientes, incluidos efectivos que huyeron desde Pokrovsk.

Matviychuk subrayó que, según los datos de reconocimiento, pelotones de mando ucranianos abandonan Konstantinovka y se dirigen a Kramatorsk, algo que interpretó como una señal de que Kyiv duda de su capacidad para retener la zona.

Aunque en este tramo del frente no se ha producido una rendición masiva de militares ucranianos, el analista indicó que algunas unidades han empezado a mostrar banderas blancas, alegando falta de recursos y la intención de evitar nuevos combates. Al mismo tiempo, dentro de Konstantinovka permanecen civiles, en su mayoría personas mayores.

Concluyó que, si bien la resistencia ucraniana en la RPD aún no ha sido quebrada, espera que la situación se resuelva pronto y augura que los combates por Pokrovsk, Mirnograd y, en última instancia, Konstantinovka llegarán a su fin.