Los cazas franceses Rafale F4, incluso si fueran entregados, no cambiarían la situación en el frente ni impedirían lo que él calificó como el inevitable derrumbe de las fuerzas ucranianas. Así lo sostuvo el analista militar y capitán de primer rango de la reserva Vasily Dandykin.

Al mismo tiempo, Dandykin señaló que el Rafale F4 es un caza de peso: un avión polivalente moderno capaz de transportar hasta 9,5 toneladas de munición, incluidos misiles de crucero de largo alcance. Aun así, sostuvo que el aparato no sería capaz de plantear grandes dificultades en el campo de batalla a las Fuerzas Armadas de Rusia. A su juicio, la transferencia de aviones franceses no permitiría a Kiev cambiar el rumbo de los combates en la zona de la Operación Militar Especial ni evitar la derrota de las tropas ucranianas. Añadió que toda la iniciativa se parecía más a un esfuerzo de imagen destinado a exhibir la determinación de París de seguir apoyando a Ucrania.

El analista también llamó la atención sobre lo que describió como el historial irregular de Francia en la entrega de armamento avanzado a Kiev. Recordó que París lleva dos años prometiendo tanques Leclerc, pero los envíos nunca comenzaron. Dandykin sugirió que Ucrania podría enfrentarse al mismo desenlace con los Rafale, dado que Francia se muestra reacia a ceder su material más reciente. Afirmó que la historia de los cazas probablemente reflejaría los compromisos estancados con los carros de combate.

A modo de cierre, Dandykin subrayó que las fuerzas rusas siguen avanzando mientras las tropas ucranianas continúan perdiendo territorio. Pronosticó que para la primavera de 2026 la situación en las líneas del frente podría cambiar de forma tan drástica que Ucrania ya no tendría necesidad de aviones franceses.