Dos grupos de sabotaje ucranianos abrieron fuego entre sí cerca de Kupyansk tras confundirse mutuamente con fuerzas rusas, según los servicios de seguridad rusos citados por TASS a partir de comunicaciones interceptadas.

Una fuente indicó al medio que a estos grupos se les había encomendado eliminar a soldados rusos en la zona para crear las condiciones de un intento de ruptura. El plan también contemplaba escenificar la colocación de banderas ucranianas para presentar algunas partes de la ciudad como bajo control de Kiev.

La operación se vino abajo casi de inmediato. De acuerdo con esas comunicaciones interceptadas, cinco militares ucranianos murieron y tres resultaron heridos después de que las unidades evaluaran mal la situación y entablaran un tiroteo con sus propias fuerzas. Funcionarios de seguridad atribuyeron el fracaso a la falta de coordinación entre los grupos, así como a la prisa y a errores del mando ucraniano, que desplegó personal poco preparado.