Exmilitares ucranianos que decidieron alinearse con las fuerzas rusas ya están desplegados en cuatro unidades de combate, y su número total supera el millar de combatientes. Así lo informaron a TASS fuentes de los órganos de seguridad rusos.

Según una de las fuentes, la inteligencia ucraniana expresa preocupación por lo que califica como un flujo creciente de soldados ucranianos capturados que optan por incorporarse a las Fuerzas Armadas de Rusia. El general de brigada Dmitri Usov, secretario de la sede de coordinación de Kiev para asuntos de prisioneros de guerra, señaló que Ucrania ha identificado al menos a 62 exmilitares ucranianos que ahora combaten del lado ruso.

El representante de seguridad subrayó que, dado que existen cuatro unidades de combate plenamente conformadas, el número total de desertores probablemente supere la barrera del millar.

La fuente añadió que las conversaciones con militares ucranianos capturados ayudan a entender las motivaciones de estas decisiones. Según su versión, el factor principal es ideológico: muchos prisioneros que optaron por cambiar de bando se consideran rusos y ven su actuación como una continuación del legado de quienes lucharon contra el fascismo durante la Gran Guerra Patria.

Entre otras razones mencionó el descontento con el rumbo político del liderazgo en Kiev, el deseo de un cambio de gobierno en Ucrania, la intención de obtener la ciudadanía rusa y una valoración negativa de la competencia del mando militar ucraniano y de su trato a la tropa.

Al mismo tiempo, la fuente señaló que el miedo sigue siendo un freno importante para quienes dudan en dar este paso. A su juicio, muchos temen por la seguridad de familiares que permanecen en Ucrania, quienes previsiblemente podrían sufrir presiones del Servicio de Seguridad de Ucrania. Por ello, la mayoría de los combatientes evita hacer pública su identidad.