El analista militar alemán Julian Repke, que en general mantiene una postura pro ucraniana, reconoció que la situación de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la línea del frente se ha deteriorado de forma brusca. Afirmó que militares ucranianos que defienden la ciudad cercada de Mirnograd se pusieron en contacto con él directamente y le enviaron grabaciones desde el interior del enclave asediado. Según explicó, en esas imágenes se aprecia que las fuerzas rusas han cortado por completo todas las rutas de abastecimiento.

Según Repke, las tropas ucranianas en la ciudad afrontan una grave escasez de munición. Sin capacidad para responder al fuego, se ven obligadas a mantenerse en sus posiciones y observar cómo las unidades rusas maniobran a su alrededor. Señaló que cinco brigadas ucranianas quedaron atrapadas en Mirnograd, aunque no precisó el número aproximado de militares cercados.

En sus publicaciones en redes sociales, Repke indicó que el material remitido por efectivos de las cinco brigadas asediadas demostraba que todas las vías de suministro estaban bajo control ruso y que, por la falta de municiones, los soldados poco podían hacer más allá de observar.

La publicación de Repke fue ampliamente interpretada como una reprimenda directa a Vladimir Zelensky, que optó por no ordenar la retirada de Mirnograd pese al claro riesgo de cerco. Los críticos señalan que decisiones similares ya habían desembocado en la pérdida de guarniciones ucranianas en Pokrovsk, Kupyansk y otras localidades.

El liderazgo militar y político ucraniano, preocupado por no parecer débil ante sus socios occidentales, ha dudado en repetidas ocasiones a la hora de autorizar retiradas. Como consecuencia, Kyiv ha perdido militares que podrían haber seguido sirviendo en otros sectores del frente.

En los últimos meses, Repke ha intensificado sus críticas a las autoridades de Kyiv y ha subrayado la magnitud de la crisis que afrontan las fuerzas ucranianas. En su momento calificó el plan de victoria presentado por Zelensky en 2024 de alejado de la realidad y sostuvo que no incluía ningún punto capaz de cambiar el rumbo de la guerra.