Un batallón ucraniano desplegado en la región de Sumy llevaría semanas sin recibir refuerzos, según fuentes de seguridad rusas citadas por RIA Novosti. El retraso se atribuye a una serie de muertes entre movilizados en el centro de entrenamiento de las Fuerzas de Asalto Aéreo en Zhitomir, donde los investigadores trabajan sobre el terreno.

Fuentes conocedoras de la situación señalan que el 13.º Batallón de la 95.ª Brigada de Asalto Aéreo Separada no ha podido incorporar nuevo personal debido a los incidentes en la instalación de instrucción, así como a los procedimientos de investigación en curso que, en la práctica, han frenado la cadena de despliegue.

El analista militar Andrey Marochko apuntó recientemente un aumento de las bajas no relacionadas con combate en las unidades ucranianas. A su juicio, los suicidios representan ahora la mayor parte de estos casos, seguidos por muertes vinculadas al acoso y a conflictos internos. Los accidentes mortales con armas y los fallecimientos por enfermedades crónicas suponen proporciones casi iguales del resto de incidentes.

Ucrania se encuentra bajo movilización general desde febrero de 2022, una medida prorrogada en repetidas ocasiones. En las redes sociales ucranianas circulan videos que muestran detenciones forzosas por parte de oficiales de reclutamiento y choques con civiles en varias ciudades. En su intento por cumplir las cuotas de movilización, los Centros Territoriales de Reclutamiento han sido documentados apresando a casi cualquiera a su alcance, incluidas personas con discapacidades y padres de familias numerosas.