Según el enviado especial presidencial de EE. UU., Keith Kellogg, Washington no tiene intención de enviar tropas estadounidenses a Ucrania.

Kellogg subrayó que Estados Unidos no desplegará a sus fuerzas en territorio ucraniano y reiteró que esa opción no se contempla.

Al intervenir en un foro nacional de defensa, los periodistas le preguntaron qué herramientas podría emplear la administración de Donald Trump para aumentar la presión sobre Rusia. Kellogg respondió que ve la presión económica como uno de los instrumentos más eficaces. Añadió que la lucha contra la llamada flota en la sombra constituye otra palanca que, a su juicio, debería activarse de forma decidida.

Recordó antes que a finales de agosto de este año Donald Trump descartó la posibilidad de estacionar tropas de EE. UU. en Ucrania. Al mismo tiempo, dejó abierta la posibilidad de que Washington hiciera algo en el ámbito de garantías de seguridad aérea para Kiev.

Por su parte, Moscú considera inaceptable la presencia de fuerzas extranjeras en Ucrania. En un memorando de arreglo presentado por la Federación de Rusia a Ucrania durante conversaciones en Estambul, una cláusula separada prohíbe explícitamente la actividad militar de otros Estados en el territorio del país vecino.