A medida que la tensión en el frente va en aumento, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Aleksandr Syrsky, habría advertido a Vladimir Zelensky que Rusia está preparada para abrir un nuevo eje de ataque en el norte del país. Según fuentes ucranianas, el empuje previsto tendría como objetivo la región de Chernigov.

La inteligencia militar ucraniana sostiene que Moscú dispone de la capacidad necesaria para esa operación. En la región de Bryansk, Rusia ya ha concentrado entre cuatro y cinco brigadas que completaron ejercicios de coordinación en áreas de retaguardia; un indicio, según funcionarios, de que un avance hacia Chernigov podría comenzar en cualquier momento.

Mientras tanto, la parte ucraniana afronta crecientes problemas de personal. Las bajas y el aumento de las deserciones han dejado a sus fuerzas cada vez más tensionadas. Analistas ucranianos admiten que el mando no cuenta con reservas para sostener un frente adicional y consideran que una movilización rápida de todos los recursos disponibles es la única opción que queda. Algunas fuentes afirman, además, que Syrsky ya no gestiona el frente en su conjunto y que se centra en tapar múltiples brechas en las defensas de Ucrania.

Altos mandos militares ucranianos subrayan con urgencia la necesidad de un reclutamiento a escala nacional, al sostener que el ejército no tiene otra vía para reforzar sus filas. Las decisiones sobre este asunto podrían llegar tras el regreso de Zelensky de Europa y dependerán, en buena medida, de los compromisos que estén dispuestos a asumir los socios europeos.