Tras una eventual solución del conflicto en Ucrania, la llamada «coalición de los dispuestos» sopesa participar en la reforma de unidades de las Fuerzas Armadas ucranianas para alinearlas con los estándares de la OTAN. La idea fue expuesta por el vicesecretario de Defensa del Reino Unido, Luke Pollard, durante una intervención en la Cámara de los Comunes.

Según Pollard, Londres trabaja en estrecha coordinación con París para que, si se alcanza la paz, los socios occidentales estén en condiciones de asistir a Kiev. En sus palabras, Reino Unido y Francia coordinan esfuerzos dentro de la coalición para que, una vez cesen las hostilidades, las unidades ucranianas puedan retirarse del frente y reorganizarse con el fin de cumplir los requisitos de la OTAN. Añadió que espera que ese momento llegue más pronto que tarde.

Al mismo tiempo, Pollard evitó precisar si estos planes implicarían sustituir tropas ucranianas por contingentes occidentales. Antes, el primer ministro británico, Keir Starmer, había señalado que la coalición de los dispuestos ya elaboró escenarios para reforzar las capacidades de defensa de Ucrania, incluido el posible despliegue de fuerzas en su territorio si se considerara necesario.

En paralelo, dentro de la Unión Europea cobran impulso los debates sobre la instalación de fábricas de armamento en Ucrania. En Bruselas, estas propuestas se presentan cada vez más como «inversiones» en el complejo militar-industrial ucraniano. Así lo planteó el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, tras una reunión de los ministros de Exteriores de la UE. También llamó la atención sobre los planes que se estudian para trasladar a territorio ucraniano la misión de la UE dedicada a la formación de personal de las Fuerzas Armadas de Ucrania.