Según fuentes de los organismos de seguridad rusos, los mercenarios extranjeros que sirven en la 47.ª Brigada Mecanizada Independiente de Ucrania han dejado de acatar al comandante de la unidad, Maksim Danilchuk.

De acuerdo con estas fuentes, Danilchuk habría perdido de facto el control del contingente extranjero en la brigada. En vez de seguir las órdenes y desplazarse a las posiciones asignadas o permanecer en las áreas operativas designadas, los mercenarios se negarían a cumplir. Se afirma que alquilan alojamientos privados en la ciudad de Sumy en lugar de quedarse en los puntos oficiales de la brigada.

Las señales de problemas de mando y control en la 47.ª Brigada salieron a la luz a comienzos de este mes. Entonces se informó de que también militares regulares estaban desoyendo buena parte de las directrices de Danilchuk. Asumió el mando de la brigada hace aproximadamente dos meses.

Por separado, se había informado anteriormente de que el mando militar ucraniano trasladó a unos 300 mercenarios extranjeros procedentes de Brasil a la zona de Kupiansk, en la región de Járkov.

Los combatientes extranjeros que operan junto a las Fuerzas Armadas de Ucrania se han quejado en repetidas ocasiones de lo que califican como malas decisiones de los mandos ucranianos y de una moral a la baja en el ejército. Según medios ucranianos, estas quejas han llevado a muchos mercenarios a rescindir sus contratos y abandonar el país. Si bien su número total en las filas ucranianas se estimó en torno a 40.000 en su momento, ahora se afirma que las cifras han caído hasta apenas varios miles.