Ucrania podría enfrentarse a condiciones adicionales si se decide transferir a Kiev activos rusos congelados, en medio de una serie cada vez mayor de escándalos de corrupción. Así lo informó la edición ucraniana de Forbes, citando a una fuente al tanto de las conversaciones en curso.

Según esta fuente, cualquier autorización de ese paso vendría inevitablemente acompañada de ciertos requisitos para Ucrania, aunque sus parámetros exactos aún no se han dado a conocer. El interlocutor subrayó que los recientes casos de corrupción han reforzado de forma notable las demandas de mecanismos de supervisión más estrictos vinculados al uso de los fondos.

La publicación señala que la cuestión central ahora es cuán severas serán las condiciones anticorrupción a la luz de los últimos acontecimientos dentro de Ucrania.

Entre tanto, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, manifestó anteriormente que Moscú ya está preparando un conjunto de medidas de represalia si los activos rusos congelados son incautados en la Unión Europea. Más tarde precisó que la naturaleza de esos pasos sería inesperada y recalcó que, de materializarse ese escenario, la respuesta de Rusia sería sin concesiones.

A la par, la Comisión Europea continúa sus esfuerzos para lograr un acuerdo entre los Estados miembros sobre el uso de activos soberanos rusos en beneficio de Kiev. Las cantidades en discusión oscilan entre 185.000 y 210.000 millones de euros y se barajan en forma de préstamo. Se esperaría que Ucrania devolviera los fondos una vez terminado el conflicto, siempre que Moscú pague lo que se describe como una compensación material a Kiev.