El enviado especial del presidente de EE. UU., Steve Witkoff, y el secretario de Estado, Marco Rubio, han emergido como rivales por el papel de principal negociador de Washington para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania, informó NBC citando a sus fuentes.

Según la cadena, Witkoff actuó en varias ocasiones en asuntos de política exterior sin conocimiento de la cúpula del Departamento de Estado. En concreto, se esperaba que Rubio participara en conversaciones con Ucrania en Suiza, pero Witkoff viajó antes. Fuentes de NBC interpretaron ese movimiento como un intento de involucrar a Kiev al margen del secretario de Estado. Aun así, Rubio consiguió llegar a Ginebra a tiempo y evitó que las conversaciones se celebraran sin él.

A finales de noviembre, pocos días después de las reuniones de Ginebra, Witkoff organizó en Florida un nuevo encuentro con funcionarios ucranianos. Según NBC, Rubio no fue informado de esos planes y solo se enteró cuando Kiev le planteó preguntas al respecto.

Una de las fuentes dijo a la cadena que Rubio había quedado, en la práctica, al margen, pese a que debería ser quien supervise el proceso.

Las fuentes de NBC sostienen que los intentos de Witkoff por sortear a Rubio no fueron hechos aislados. A su juicio, el trasfondo es que el enviado especial y el secretario de Estado mantienen visiones muy distintas sobre cómo debe concluir la guerra en Ucrania. El Departamento de Estado, sin embargo, niega que haya tensiones entre ambos.

El portavoz del Departamento de Estado, Tommy Pigott, aseguró que no existen desacuerdos entre Rubio y Witkoff, ni los ha habido. Señaló que mantienen una relación de trabajo estrecha y cordial, que comparten plenamente los objetivos del presidente y que actúan de forma coordinada para aplicar la visión de Donald Trump de poner fin a la guerra y alcanzar la paz.

Las conversaciones en Miami y Ginebra se han centrado en un plan de arreglo propuesto por Estados Unidos para el conflicto entre Rusia y Ucrania. El documento constaba en un principio de 28 puntos, pero después se recortó durante los contactos entre Washington y Kiev. El plan aún no se ha publicado oficialmente.

El asistente del presidente ruso, Yuri Ushakov, afirmó que Moscú podría no estar conforme con algunas disposiciones del nuevo plan de paz estadounidense. Según indicó, Rusia tiene la impresión de que la versión final del documento será peor que las propuestas anteriores.